Compartir la Navidad en familia estimula los valores
en los niños
La
solidaridad, el afecto y la identidad son características que se
fomentan con esta celebración.
La
importancia de que los niños compartan la Navidad en familia no solo radica en
el hecho de recibir regalos. Es una época en la que los pequeños esperan
recibir demostraciones de cariño y afecto, y compartir momentos inolvidables
con sus seres queridos.
La
celebración navideña es una oportunidad para que los niños “afiancen su
identidad, estima y valía. Y es una ocasión extraordinaria que tienen los
adultos para demostrar no solo con objetos materiales, sino afectivos, qué tan
importante es el pequeño para ellos”, dice Paulo Acero Rodríguez, sicólogo
especialista en trauma y resiliencia e investigador de la Universidad Manuela
Beltrán.Para fomentar este espíritu navideño en sus hijos, lo más importante es
el acompañamiento, el ejemplo y el fomento de actividades lúdicas y religiosas.
“Todas las culturas y las familias se establecen alrededor de rituales, los
cuales generan identidad y pertenencia en el ser humano”, explica el
investigador. Cuando un niño se involucra en la celebración, siente
acercamiento y pertenencia hacia su grupo familiar. Marcela Ariza, directora
del Instituto de la Familia de la Universidad de la Sabana, enfatiza en que la
alegría verdadera no requiere de grandes montajes, que pueden llevar a la
saturación mental y al agotamiento físico. “Momentos tranquilos, en grata
compañía, vividos con humor y optimismo, facilitan la expansión del espíritu,
dan descanso al cuerpo y traen paz al corazón del ser humano”, afirma.
Importancia de los valores
Los
pequeños que viven la Navidad en familia fomentan el valor de la solidaridad,
la seguridad y la unión. Por ejemplo, un regalo debe servir para generar
valores afectivos basados en dar y recibir y en compartir con otros niños.
También se fomenta la capacidad de socialización. “Un pequeño que tiene la
oportunidad de tener afecto socializa mejor y es más seguro”, señala el sicólogo.
Incluso, en esta época se despierta el sentimiento de solidaridad. Según
Marcela Ariza, “es importante aprovechar las festividades para acompañar a
pobres, huérfanos, ancianos y enfermos. Estos momentos jamás se olvidan y les
permiten a los niños demostrar que puede hacer feliz a alguien, sin necesidad
de gastar demasiado”. Por eso, si el niño vive las tradiciones de manera
amorosa, bajo el ejemplo de sus padres, podrá transmitirles a sus hijos la
importancia de vivir la Navidad en familia.
Para recobrar la tradición navideña
Existen
episodios que se presentaron en la niñez que influyen para que una persona no
disfrute de las festividades. Padres que ignoran las celebraciones, momentos de
tristeza y problemas familiares son algunos de ellos. Aunque dejan secuelas
emocionales, es posible regenerar estos rituales. El sicólogo Paulo Acero dice
que cuando los adultos son apáticos, se pueden sensibilizar y dejar contagiar
del optimismo que tienen los niños por esta época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario